domingo, 6 de enero de 2008

PERSECUCIÓN

Corre el tren.
Mis pasos son veloces;
mis manos intentan alcanzarlo.

Corre el tren.
Las hélpides llueven,
el camino se escribe.

Corre el tren.
Mis ojos
se entumecen,
mis mejillas
se congelan.

Corre el tren.
Me arrastra,
me lleva,
me pierde,
me emociona.

Mi pecho explota,
mi ser se surca
en las quebradas,
en los breñales.


Corre el tren
y mi vida se va
con él.