La poca idea,
la poca noción.
Calle estrangulada.
Esquina contrita.
Mujeres arreboladas,
liornas escabullidas.
Mis pies están
en el aire,
mi idea en el retrete.
Caminan las aves,
no siento los pies.
La tarde se raya
y mi poca noción
fallece entre
los brazos de mi madre.
Y ya no entiendo
qué es un beso;
qué es una caricia;
qué es una sonrisa.
Solo la pared
que me acribilla
con sus esquinas de marfil.
Y eso es todo.
No hay calles,
no hay mujeres,
no hay liornas ;
eso es todo:
nada más que todo.
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